Ayer os deje con un poco de prisa porque el barco estaba zarpando mientras yo os escribía y como nunca he pisado un bicho de estos la ocasión no me la iba a perder.
Nada mas zarpar me dedique a hacer un reconocimiento del terreno.
Lo importante es lo importante. Donde esta el bar? Y la terracita a pie de borda? El restaurante?
Bien. Todo localizado.
A partir de ahí me encuentro con unos chicos de Valencia, a los que ya me habia encontrado cuando llegué al check-in de embarque, y nos sentamos en la terraza mirando al mar y contándonos nuestras batallitas moteras. Todo un clásico al que se une un sevillano que viaja solo en moto y que también va a la isla de Man.
Luego, mientas me daba una vuelta por la terraza de la ultima cubierta después de haber cenado algo, y mientras esperaba a la puesta de sol, me voy a popa (parte trasera del barco, para los no entendidos) y desde alli descubro…
… como no, a los gallegos, dando cuenta de un buen jamón en la cubierta de abajo, al cual me invitan. Por supuesto acepto encantado y nos contamos mas batallitas (of course, como se diría por aquí).
Entre tanto llega uno de la tripulación para recoger las sillas de las terrazas y nos dice que tenemos que dejarlas libres.
Les digo a estos: “dale a probar el jamón y veras como hace la vista gorda”
El resultado fue este.
Si es que lo que no consiga un buen jamón…
Tras un ratito más con ellos me retiro y me doy una vuelta de nuevo por la cubierta superior.
Ya es de noche, hace fresco y todo esta muy tranquilo.
Es hora de retirarse he ir a dormir.Mañana me espera un día largo de carretera.
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